La traducción al castellano de The Gun Seller, la novela de espionaje del multifacético Hugh
Laurie, protagonista de la serie Dr.
House, tiene algunas perlitas que pueden servir para reflexionar sobre la
tarea del traductor y de los que lo supervisan como mediación editorial.
No vale la pena enfocarse en el título elegido, Una noche de perros, porque esta sí es
seguramente una elección de la editorial, y el cambio de denominación como
artilugio comercial (igual que en el cine) es de práctica. Debemos resignarnos,
entonces, a que la editorial nos diga implícitamente que ese título nos “debe”
gustar más que El vendedor de armas
aunque, cuando leamos la novela, no podamos identificar con claridad la
mencionada noche (hay muchas, y ninguna buena…).
También dejemos de lado el habitual recurso a tratar de
mantener a rajatabla el registro coloquial, típico de los traductores
españoles, porque esa es su escuela y no van a cambiar.
Veamos los detalles importantes, si vale el oxímoron.
1. En un episodio, el protagonista se viste formalmente para
poder ser recibido en la embajada norteamericana en Londres. Usa un maletín, un
“briefcase” (vacío), como parte de su
disfraz (“the case as a prop”). El
traductor elige: “el maletín como un complemento”. “Prop”, apócope de “property”,
es “any movable object used on the set of
a stage play or film”. Habitualmente se traduce como “utilería” (“conjunto
de objetos y enseres que se emplean en un escenario teatral o cinematográfico”),
pero podríamos admitir que “complemento”, en ese contexto, no esté del todo
mal.
El problema es otro. Porque, más adelante, el protagonista
espía a uno de sus adversarios, un burócrata del Ministerio de Defensa que,
saliendo de este, también lleva un maletín; tal vez también vacío, “a briefcase as a prop”. Casi exactamente
el mismo sintagma de la escena anterior, con todo lo que eso implica
connotativamente. Pero el traductor esta vez elige traducir “prop” como “atrezo”.
Desde ya, la traducción en sí es correcta, quizás incluso
más que la primera, ya que “atrezo”, en el DRAE, remite a “utilería” (‖
conjunto de objetos de un escenario). ¡Pero se ha perdido, en gran medida, la
sutil relación entre ambas escenas! (La frase completa es “so maybe he was one of those strange people who use a briefcase as a
prop”, “quizá era una de esas curiosas personas que utilizan un maletín
como parte del atrezo”; proponiendo una suerte de identificación entre ambos
personajes, tan opuestos.)
2. La frase “Smith put on a Cheshire cat face and changed
the subject” es traducida como “Smith sonrió enigmáticamente y cambió de tema”.
Podemos admitir que sonreír como un gato de Cheshire (en alusión al personaje
de la Alicia de Carroll) pueda equivaler
a sonreír enigmáticamente. (Aventuraré, sin embargo, que “una sonrisa de gato
de Cheshire”, más que enigmática, por ser “una sonrisa sin gato” parece
equivaler, en este contexto, a una sonrisa “impersonal”, “inexpresiva”. Muy
discutible.) En todo caso, no hay dudas
de que se pierden una serie de alusiones intertextuales muy importantes, hayan
sido o no intención del autor.
Me dicen que ese
tipo de simplificación es muy usual y suele hacerse en bien del lector, para
facilitarle la comprensión de lo que está pasando, ya que, si no entiende la
alusión al famoso gato, tampoco entenderá cómo sonrió el personaje.
Puede ser. Dejemos de lado esa (evidente) subestimación del
lector. Lo que llama la atención es que, muy cerca de ese párrafo, aparece la
expresión “I felt like Eliza Doolittle”, que es traducida literalmente como “me
sentía como Eliza Doolittle”. ¿Debemos suponer que Pigmalión es más conocido que Alicia
en el país de las maravillas? Esto es, al menos, dudoso: por ejemplo, la Wikipedia ofrece una
multitud de referencias culturales al gato de Cheshire, hasta en videojuegos.
(Personalmente, tuve que pensar dos veces quién era Eliza Doolittle.)
De todas maneras, lo cuestionable aquí es el criterio (si lo
hubo) con el que se mantienen o no las alusiones intertextuales; así como, en
el ejemplo 1, lo que estaban en juego eran las alusiones intratextuales.
Leer una traducción así es una experiencia más pobre para el
lector y desmerece el original. Que no se entere el doctor Casa.
Hola, Pablo. Supongo que somos colegas. Además, yo soy de "prosapia"; porque soy hija de quien fue un gran traductor. Muy interesante tu nota, aunque, a mi parecer, deberías haber sido mucho más cuidadoso con tu redacción, ya que estás criticando sutilezas textuales. En mi experiencia, las traducciones españolas suelen ser malas, sencillamente y hasta los mismos españoles lo erconocen. Siempre me han exigido (sobre todo, en Javier Vergara) utilizar un español "neutro"... ¡como si tal cosa existiera!Lo que más me indigna es ese argumento: "en bien del lector": O sea, de antemano, suponemos que el lector es medio imbécil. Ay, ay, ay. Y yo sufro porque no consigo propuestas de trabajo. Espero que no te moleste mi comentario y te mando un abrazo (te encuentro siempre en facebook)
ResponderEliminarHola, Ana. No me digas que sos la hija de Floreal Mazía. Un genio. Gracias por el comentario, pero me gustaría saber qué errores de redacción cometí, porque no los veo, y también revisó la nota Silvia. Por supuesto que no es un artículo científico, sino de blog. Me interesa. Gracias.
ResponderEliminarSí, señor: soy la hija de Floreal Mazía. Y más que errores de redacción encuenro errores -o diferencias, mejor- de criterio. Por ejemplo, no me parece justo atenerse al registro del "coloquial español". Es, por lo menos, centralista. Otro: "enfocarse" es traducción literal de "to focus". Tenemos términos en buen español. P. ej., "concentrarse". Otro: "poder ser recibido". ¿No basta con "ser recibido"? Todos -me incluyo- estamos contaminados por la construcción "in English". De ahí los pasivos innecesarios. Por otra parte, aplaudo sin reservas el punto 2. Intertextualidad y todo. E insisto en que, por favor, se olviden del "bien del lector". Y sugiero, nada más, que saquen los paréntesis, porque les restan fuerzas a los argumentos. Espero no haberlos molestado sino, al contrario, haber aportado. Cariños
EliminarEstimada Ana Silvia:
ResponderEliminarEste blog lo llevamos adelante tanto Pablo Valle y yo. Como la nota le ha parecido interesante, pero le señala al autor "deberías haber sido mucho más cuidadoso con tu redacción, ya que estás criticando sutilezas textuales", nos gustaría comparta cuáles fueron esos muchos descuidos de redacción, para corroborarlos y subsanarlos. Tampoco me queda claro su mención de "sutilezas textuales". Creo que no hay sutilezas, hay operaciones sobre el texto traducido que se realizaron con criterios erróneos, y fue ese el objetivo. No se apunta a problemas léxicos o gramaticales de la traducción, sino a criterios intra e intertextuales para traducir determinados segmentos.
Respecto de la concepción de la nota, creemos que aporta para el debate, la reflexión y la acción.
Gracias por su comentario. Muchos saludos.
Estimada Silvine:
EliminarEspero no haber sido irrespetuosa. Un poco fastidiosa sí, lo admito, y si te molesté, te pido disculpas. Soy un poco maniática -tal vez, por herencia, con las cuestiones idiomáticas. Quizá merezca que me den con un látigo, a ver si me dejo de hinchar, valga el vulgarismo. En cuanto a tu frase final, también creo que la concepción de la nota aporta, y mucho. Justamente por eso "estoy aquí". Tampoco dije que fueran muchos los descuidos. En realidad, quise decir que había que exagerar la meticulosidad. Me parece que la exagerada fui yo. Lo siento, de verdad.
Un abrazo
Hola, Ana Silvia. Como vos decís, son diferencias de criterios, se pueden pensar; no hay problema. Gracias por leer el blog, y seguimos en contacto. Pablo
ResponderEliminar