miércoles, 29 de febrero de 2012

Apuntes sobre una traducción


La traducción al castellano de The Gun Seller, la novela de espionaje del multifacético Hugh Laurie, protagonista de la serie Dr. House, tiene algunas perlitas que pueden servir para reflexionar sobre la tarea del traductor y de los que lo supervisan como mediación editorial.
No vale la pena enfocarse en el título elegido, Una noche de perros, porque esta sí es seguramente una elección de la editorial, y el cambio de denominación como artilugio comercial (igual que en el cine) es de práctica. Debemos resignarnos, entonces, a que la editorial nos diga implícitamente que ese título nos “debe” gustar más que El vendedor de armas aunque, cuando leamos la novela, no podamos identificar con claridad la mencionada noche (hay muchas, y ninguna buena…).
También dejemos de lado el habitual recurso a tratar de mantener a rajatabla el registro coloquial, típico de los traductores españoles, porque esa es su escuela y no van a cambiar.
Veamos los detalles importantes, si vale el oxímoron.

1. En un episodio, el protagonista se viste formalmente para poder ser recibido en la embajada norteamericana en Londres. Usa un maletín, un “briefcase” (vacío), como parte de su disfraz (“the case as a prop”). El traductor elige: “el maletín como un complemento”. “Prop”, apócope de “property”, es “any movable object used on the set of a stage play or film”. Habitualmente se traduce como “utilería” (“conjunto de objetos y enseres que se emplean en un escenario teatral o cinematográfico”), pero podríamos admitir que “complemento”, en ese contexto, no esté del todo mal.
El problema es otro. Porque, más adelante, el protagonista espía a uno de sus adversarios, un burócrata del Ministerio de Defensa que, saliendo de este, también lleva un maletín; tal vez también vacío, “a briefcase as a prop”. Casi exactamente el mismo sintagma de la escena anterior, con todo lo que eso implica connotativamente. Pero el traductor esta vez elige traducir “prop” como “atrezo”.
Desde ya, la traducción en sí es correcta, quizás incluso más que la primera, ya que “atrezo”, en el DRAE, remite a “utilería” (‖ conjunto de objetos de un escenario). ¡Pero se ha perdido, en gran medida, la sutil relación entre ambas escenas! (La frase completa es “so maybe he was one of those strange people who use a briefcase as a prop”, “quizá era una de esas curiosas personas que utilizan un maletín como parte del atrezo”; proponiendo una suerte de identificación entre ambos personajes, tan opuestos.)

2. La frase “Smith put on a Cheshire cat face and changed the subject” es traducida como “Smith sonrió enigmáticamente y cambió de tema”. Podemos admitir que sonreír como un gato de Cheshire (en alusión al personaje de la Alicia de Carroll) pueda equivaler a sonreír enigmáticamente. (Aventuraré, sin embargo, que “una sonrisa de gato de Cheshire”, más que enigmática, por ser “una sonrisa sin gato” parece equivaler, en este contexto, a una sonrisa “impersonal”, “inexpresiva”. Muy discutible.)  En todo caso, no hay dudas de que se pierden una serie de alusiones intertextuales muy importantes, hayan sido o no intención del autor.
   Me dicen que ese tipo de simplificación es muy usual y suele hacerse en bien del lector, para facilitarle la comprensión de lo que está pasando, ya que, si no entiende la alusión al famoso gato, tampoco entenderá cómo sonrió el personaje.
Puede ser. Dejemos de lado esa (evidente) subestimación del lector. Lo que llama la atención es que, muy cerca de ese párrafo, aparece la expresión “I felt like Eliza Doolittle”, que es traducida literalmente como “me sentía como Eliza Doolittle”. ¿Debemos suponer que Pigmalión es más conocido que Alicia en el país de las maravillas? Esto es, al menos, dudoso: por ejemplo, la Wikipedia ofrece una multitud de referencias culturales al gato de Cheshire, hasta en videojuegos. (Personalmente, tuve que pensar dos veces quién era Eliza Doolittle.)
De todas maneras, lo cuestionable aquí es el criterio (si lo hubo) con el que se mantienen o no las alusiones intertextuales; así como, en el ejemplo 1, lo que estaban en juego eran las alusiones intratextuales.
Leer una traducción así es una experiencia más pobre para el lector y desmerece el original. Que no se entere el doctor Casa.


lunes, 27 de febrero de 2012

Jorge Edwards y su defensa de la lengua materna como espacio de creación


A continuación, entrevista a Jorge Edwards, en la que defiende la lengua materna como material para la creación y denuncia "traducciones al español de Madrid" (¿? y sic) realizadas por los correctores a sus pruebas. Lo destacado es nuestro.

En ella, un alerta sobre las "operaciones" a las que se somete a los textos en la central madrileña de la lengua. Cuidado con este tipo de avasallamientos. ¿A qué lengua española traducen el español que usa Edwards?

Agradecemos a Silvia Senz por difundir esta entrevista, como el video de la entrada anterior. Siguen los dardos, y nos parece bien.

Jorge Edwards: “Uno que habla la lengua de Cervantes no está en inferioridad de condiciones con alguien que habla la lengua de Shakespeare”

©UNESCO/Lucía Iglesias - Jorge Edwards en la Embajada de Chile en Francia en febrero de 2012

En una entrevista con Lucia Iglesias y Jasmina Šopova en la que alterna el español, el francés y algunas frases en inglés, el escritor chileno Jorge Edwards (Santiago, 1931) defiende la lengua materna como espacio de creación.

¿Qué es para usted la lengua materna?
La lengua es el espacio del escritor, la lengua materna es muy difícil de remplazar. El lenguaje es el material de la escritura y encierra una gran complejidad que a veces no es bien entendida. Por ejemplo, nosotros tenemos lenguas regionales, pero hablamos el mismo español. Pero claro, a veces los correctores de pruebas de mis libros me traducen al español de Madrid y yo digo: ¿por qué?
Es interesante para una persona de Chile entender los matices del lenguaje argentino, colombiano, español… además no hay un lenguaje español, como todos saben, sino que hay un español que se habla en Castilla y otro en el Norte, otro en Andalucía, etc.
En mi escritura literaria yo uso chilenismos, y eso a veces produce algún conflicto, que surge de la falta de curiosidad, de la pereza mental. Además, cuando me encuentro frente a giros de Madrid, de donde sea, de Andalucía, que me parecen un poco extraños, siempre los entiendo gracias al contexto.
A veces nuestras expresiones chilenas siguen vigentes en Chile pero desaparecieron en la Península. Se lo he demostrado a correctores de pruebas y a gente que se preocupaba del estilo. Figúrese que cuando mi generación empezó a publicar en España nos decían cosas que venían de ese centralismo y de ese nacionalismo franquista: “Es interesante lo que dice este señor, pero lo entrega en una jerigonza bárbara”, se leía en algunas críticas literarias. ¡Imagínese que a Vargas Llosa, cuando publicó “La ciudad y los perros” quisieron cambiarle la mitad del libro!
¿Han cambiado las cosas?
Esa lucha se ganó, pero nunca se gana totalmente. Siempre tenemos que volver a defender el derecho a hablar como un chileno, como un peruano etc. etc.  Así que esto que se dice de la lengua materna es más complicado de lo que parece a primera vista. Es una especie de lucha de todo escritor por imponer precisamente lo materno, que viene a veces de la memoria profunda.
Hay escritores chilenos que quisieron convertirse en escritores franceses, porque, claro, les parecía mucho mejor ser escritor francés que chileno. Había uno que yo alcancé a conocer que tenía su epitafio escrito: “quiso ser escritor y llegó a ser escritor chileno”. Afortunadamente, hoy día se puede ser escritor en cualquier idioma.
Mi convicción íntima es que sólo se le puede dar un ritmo personal a un lenguaje literario a partir de la lengua materna. Algunos escritores tuvieron que cambiarse de lengua, Joseph Conrad, por ejemplo, era polaco y se hizo escritor inglés. Otro ejemplo es Vicente Huidobro, nuestro poeta muy importante, que quiso ser escritor francés. Llegó a ser poeta francés de cierto interés, pero finalmente predominó el español y terminó volviéndose al español. Ahora se publican sus poemas franceses en traducción española.
Otros más lo intentaron y no lo han conseguido. Hay también un escritor cuya lengua materna era el latín, ¿sabe usted? ¡Montaigne! Porque su padre le puso desde que nació un maestro con la obligación de hablar en latín. Eso es un caso raro y muy divertido.
¿Le parece inevitable la hegemonía del inglés?
La hegemonía del inglés es técnica y quizá científica, pero no es literaria. En literatura no hay hegemonía. Uno que habla la lengua de Cervantes no está en inferioridad de condiciones con alguien que habla la lengua de Shakespeare. A mí me gusta mucho Shakespeare y hablo inglés, además, pero nunca he soñado con cambiarme de idioma, no me interesa: he mantenido incluso una lucha por el matiz chileno del idioma.

Qué difícil es hablar el español

Una excelente manera de "entrar en tema" cuando abordamos los regionalismos del castellano o español (una denominación que puede pensarse desde distintas perspectivas). 

Además, cabe preguntarse qué tipo de tropelías se están cometiendo al "corregir" textos para "normalizarlos" de modo que tiendan a una "lengua común o franca". Muy especialmente cuando se trata de obras literarias.

Disfrutemos del humor y pensemos en nuestro trabajo de editores, traductores y correctores, de modo de respetar el idioma y hacernos respetar como profesionales.



"Qué difícil es hablar en español", de los hermanos colombianos 
Juan Andrés y Nicolás Ospina. 
se puede leer la letra completa de la canción, en el sitio web de los autores.

viernes, 24 de febrero de 2012

Hecho el depósito que marca la ley 11.723


"Art. 57. — En el Registro Nacional de Propiedad Intelectual deberá depositar el editor de las obras comprendidas en el artículo 1°, tres ejemplares completos de toda obra publicada, dentro de los tres meses siguientes a su aparición. Si la edición fuera de lujo o no excediera de cien ejemplares, bastará con depositar un ejemplar.

El mismo término y condiciones regirán para las obras impresas en país extranjero, que tuvieren editor en la República y se contará desde el primer día de ponerse en venta en territorio argentino."

1. Durante muchísimo tiempo, esto no se hizo en la Argentina, y nadie controló que se hiciera. He ahí la causa (una de ellas) del vaciamiento de las bibliotecas públicas. 

2. En el caso de la impresión por demanda, ¿rige el depósito de un solo ejemplar? ¿Y si se imprimiera uno solo?