martes, 17 de abril de 2012

Highsmith y las erratas


La probabilidad de que se produjesen erratas, aun a pesar de una rigurosa corrección de pruebas, iba a ser el tema de un ensayo que Vic pensaba escribir alguna vez. Había algo diabólico e insuperable en las erratas de imprenta, como si formasen parte del mal natural que impregnaba la existencia del hombre, como si tuviesen vida propia y estuviesen decididas a manifestarse como fuese, con la misma inexorabilidad con que las malas yerbas crecen en los más cuidados jardines.

(Patricia Highsmith, Mar de fondo, trad. de Marta Sánchez Martín,
Barcelona, Bruguera, 1986.)


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