miércoles, 25 de abril de 2012

Flaubert y las erratas


Contra lo que esperaba, la primera lectura de mi obra impresa me ha resultado sumamente desagradable. No veo en ella más que las erratas de imprenta, tres o cuatro repeticiones de palabras que me han chocado y una página en la que abundaban los que; en cuanto al resto, era negro y nada más.

(Gustave Flaubert, Madame Bovary,
trad. de Consuelo Berges, Madrid, Alianza, 1981.)


Mallea y la tipografía


—La bastardilla es un tipo débil —dijo Anselmi—. Es como para gacetillas en voz baja.
—Prefiero una negrita —insinuó Jiménez—, una tipografía viril.

(Eduardo Mallea, La bahía de silencio [1940],
Buenos Aires, Sudamericana, 1984, p. 101)



Titivillus


Titivillus was a demon said to work on behalf of Belphegor, Lucifer or Satan to introduce errors into the work of scribes. The first reference to Titivillus by name occurred in Tractatus de Penitentia, c. 1285, by Johannes Galensis, John of Wales. 
Titivillus has also been described as collecting idle chat that occurs during church service, and mispronounced, mumbled or skipped words of the service, to take to Hell to be counted against the offenders.
He has been called the "patron demon of scribes," as Titivillus provides an easy excuse for the errors that are bound to creep into manuscripts as they are copied.
(...)


Según parece, Titivillus era el demonio al que Satán le encomendó introducir errores en el trabajo de los escribas. 
Por lo tanto, debería ser el santo patrono (?) de los correctores...
¡Alabado sea, en todo caso, por ayudarnos a llevar el pan ázimo a nuestras mesas!

(Debo la referencia a Javier H. Marín, @Marinjav, y el texto, por supuesto, a la Wikipedia, donde se puede seguir leyendo.)


martes, 24 de abril de 2012

Saramago y el corrector


Dijo el corrector, Sí, el nombre de este signo es deleátur, se usa cuando necesitamos quitar algo o hacerlo desaparecer, la misma palabra lo dice, y tanto vale para letras sueltas como para palabras completas. Me recuerda una serpiente que se hubiera arrepentido en el momento de morderse la cola.[...] Los autores viven en las alturas, no malgastan su precioso saber en displicencias e insignificancias, letras heridas, cambiadas, invertidas, que así clasificábamos sus defectos en los tiempos de la composición manual, diferencia y defecto, entonces, era todo uno.
Confieso que mis deleátures son menos rigurosos, un rasgo me basta, confío en la sagacidad de los tipógrafos, esa tribu colateral de la edípica y celebrada familia de los farmacéuticos, capaces incluso de descifrar lo que ni siquiera llegó a escribirse, Y que vengan luego los correctores a resolver los problemas, Sois nuestros ángeles guardianes, en vos nos confiamos...
...
... lo que parece demostrado es que, en lo más secreto de nuestras almas secretas, nosotros, los correctores, somos voluptuosos.
...
Ciertos autores del pasado, de juzgarlos por su criterio, serían gente de esa especie, correctores magníficos, estoy acordándome de las pruebas revisadas por Balzac, un deslumbre pirotécnico de correcciones y añadidos. Lo mismo hacía nuestro doméstico Eça de Queiroz, para que no quede sin mención un ejemplo patrio, Se me ocurre ahora que tanto Eça como Balzac se sentirían hoy los más felices de los hombres ante un ordenador, interpolando, transponiendo, recorriendo líneas, cambiando capítulos, Y nosotros, lectores, nunca sabríamos por qué caminos habían andado y se habían perdido antes de alcanzar la forma definitiva, si es que tal cosa existe...
Piense usted en la vida cotidiana de los correctores, piense en la tragedia de tener que leer una vez, dos, tres, cuatro o cinco veces, libros que, Probablemente no merecerían ni una sola lectura, Que conste que no he sido yo quien ha proferido tan graves palabras, sé muy bien cuál es mi lugar en la sociedad de las letras, voluptuoso, sí, pero también respetuoso, [...] en fin, sólo el corrector aprendió que su trabajo de corregir es el único que nunca se acabará en el mundo.
Le recuerdo que los correctores son gente sobria, han visto ya mucha literatura y vida.
… El corrector tiene ese notable talento de desdoblarse, traza un deleátur o introduce una coma indiscutible, y, al mismo tiempo, aceptemos el neologismo, se heteronomiza, es capaz de seguir el camino sugerido por una imagen, una comparación, una metáfora, no es raro que el simple sonido de una palabra repetida en voz baja lo lleve, por asociación, a organizar polifónicos edificios verbales que convierten su pequeño escritorio en un espacio multiplicado por sí mismo, aunque sea muy difícil explicar, en vulgar, qué quiere decir tal cosa.
Y este oficio, hora es ya de decirlo, se incluye entre los peor pagados del orbe.
... y, por encima de todo, primer mandamiento del decálogo del corrector que aspire a la santidad, siempre se debe evitar a los autores el peso de las vejaciones.
Las correcciones hechas de prisa siempre traen erratas.
... tenía mucha razón aquel autor que preguntó un día, Cómo sería la piel de Julieta para los ojos de un halcón, ahora bien, el corrector, en su agudísima tarea, es precisamente el halcón, aunque vaya teniendo ya la vista cansada, pero al llegar la hora de la lectura final, es como Romeo cuando miró por primera vez a Julieta, inocente, traspasado de amor.
Mientras tanto, le exige la conciencia profesional que, al menos, vaya recorriendo lentamente las páginas, los ojos expertos vagando sobre las palabras, confiado en que, variando así el nivel de la atención, cualquier yerro de menor alzada se dejaría sorprender, como sombra que el movimiento del foco luminoso desplazó súbitamente, o aquel conocido vistazo lateral que capta, en el último instante, una imagen en fuga.
... un corrector es una persona seria en su trabajo, no juega, no es un prestidigitador, respeta lo que está establecido en gramáticas y prontuarios, se guía por las reglas y no las modifica, obedece a un código deontológico no escrito pero imperioso, es un conservador obligado por las conveniencias a esconder sus voluptuosidades, dudas, si alguna vez las tiene, las guarda para sí, mucho menos pondrá un no donde el autor escribió un sí, este corrector no lo hará.
Se sabe, por ejemplo, que el corrector de Nietzsche, siendo fervoroso creyente, resistió a la tentación de introducir, también él, la palabra No en una página determinada, transformando en Dios no ha muerto el Dios ha muerto del filósofo.
...
… Si los autores siempre sufren así, pobrecillos, y halló algún contento en no ser más que corrector de pruebas.

(Historia del cerco de Lisboa,
trad. de Basilio Losada, Barcelona, Seix Barral, 1990.)



lunes, 23 de abril de 2012

"Libros, más que un formato".

Interesante nota aparecida en "Ciencia de Cuba", a propósito de celebrarse el Día Mundial del Libro y del Derecho de autor, sobre era la era del formato digital y sus posibilidades.


Una visión hacia adentro de Cuba, con sus limitaciones. Pero, si hablamos de limitaciones, ¿no las tendremos todos los que no estamos en condiciones de pagar por "bajar" libros o nos veremos obligados a poseer determinado dispositivo para poder leer?


Para seguir pensando... 

"Así nace un libro" (¿siempre?)

En La vanguardia de hoy, a propósito del Día del Idioma, o del Libro, o del patrono San Jorge/ Jordi, un artículo sobre cómo nace (y se hace) un libro: Así nace un libro.


Para Edilandia, lo que se presenta es una situación cuasi ideal, en un proceso donde parece que todos los participantes hacen un trabajo de alto vuelo. Es que de elite son los nombres de los autores, y la forma de trabajo típica de editoriales con "buen nivel".


Sabemos que los libros también nacen de otros modos, a veces con fórceps, por cesárea, gracias al alquiler de vientres.., y de ello hablamos en otras entradas. 


Henry Miller y el corrector


—Es difícil corregir las pruebas cuando uno se cae de sueño —me dice—. Mi mujer cree que he conseguido una ganga. ¿Qué haríamos si perdiéramos tu empleo?, dice ella.
Toda clase de recuerdos divertidos venían a nuestras mentes; los puntos y comas que él vigilaba y por lo que lo volvían loco. Le hacían la vida desgraciada con sus malditos puntos y comas y los complementos gramaticales en los que siempre se equivocaba. Hasta lo estuvieron por despedir un día porque vino a trabajar con el aliento alcoholizado. Lo despreciaban porque siempre parecía tan miserable, y porque tenía eczema y caspa. Para ellos no era más que un don nadie, pero ahora que había muerto, todos irían a cotizarse espléndidamente, y le comprarían una corona enorme, harían imprimir su nombre en gruesos caracteres en la columna de defunciones.
Un buen corrector de pruebas no tiene ambiciones, ni orgullo ni mal humor. Un buen corrector de pruebas es un poco como Dios Todopoderoso: está en el mundo pero no participa de él. [...] La mayor calamidad para un corrector es la amenaza de perder su trabajo. [...] En este mundo "gráfico" la única cosa de importancia es la ortografía y la puntuación. No interesa cuál sea la naturaleza de la calamidad, sino que esté escrita correctamente. [...] Nada escapa al ojo del corrector, pero nada penetra a través de su chaleco a prueba de bala.          
Estas catástrofes cuyas pruebas corrijo tienen un maravilloso efecto terapéutico en mí. [...] El mundo puede estallar; yo estaré aquí lo mismo, para poner una coma o un punto y coma. [...] Cuando el mundo estalle y la edición final esté en prensa, los correctores de pruebas recogeremos tranquilamente todas las comas, los puntos y comas, los guiones, los asteriscos, los paréntesis, los puntos, signos de exclamación, etc., y los pondremos en una pequeña caja en el sillón del editor.

(Trópico de Cáncer, trad. de Mario Guillermo Iglesias,
Buenos Aires, Santiago Rueda Editor, 1972.)



sábado, 21 de abril de 2012

Asimov y el robot corrector


Un libro va tomando forma en manos del escritor. Uno ve cómo los capítulos crecen y se desarrollan. Se debe trabajar y recrear, y observar cómo los cambios tienen lugar más allá incluso del concepto de original. Uno toma entre las manos las galeradas y ve cómo se ven las frases una vez impresas, y luego se las moldea de nuevo. Existen centenares de contactos entre un hombre y su trabajo en cada una de las fases del juego y el mismo contacto es placentero y paga con creces a un hombre por el trabajo que dedica a su creación, algo que es superior a cualquier otra cosa. Y su robot nos ha robado todo eso. [...] Las máquinas de escribir y las de imprimir quitan algo pero su robot es el que nos priva de todo. Sus robots se han apoderado de las galeradas. Muy pronto ellos, u otros robots, se apoderarán también de la escritura original, de la búsqueda de las fuentes, de comprobar y recomprobar los distintos pasajes, tal vez incluso de realizar las deducciones para las conclusiones. ¿Y qué le quedará entonces al erudito? Sólo una cosa: las estériles decisiones relativas a las órdenes que habrá que dar al robot siguiente... Quiero salvar a las futuras generaciones de estudiosos de un final tan diabólico.


(“Galley Slave”, 1941, recopilado en Visiones de robot,
trad. de Lorenzo Cortina, Barcelona, Plaza & Janés, 1993)



viernes, 20 de abril de 2012

Asociación Argentina de Semiótica


Palabras de apertura
              La  Asociación  Argentina  de Semiótica abre un nuevo espacio destinado a incorporar información concerniente a las actividades desarrolladas en el campo disciplinar de la Semiótica. Se ha intentado abarcar distintos aspectos del trabajo y la comunicación que puedan interesar a la comunidad de docentes, investigadores y lectores especializados o simplemente aficionados a los diversos enfoques filosóficos, epistemológicos, estéticos, éticos y políticos.
            En el arranque hemos considerado útil poner a disposición de los lectores el banco de datos registrados enla Cartografíade equipos de investigación que han enviado información. También se han incluido las Actas con las ponencias enviadas por sus autores/ras, correspondientes al VIII Congreso Nacional y III Internacional dela AsociaciónArgentinade Semiótica, realizado en Posadas – Misiones, del 6 al 8 de octubre de 2010. Luego se incorporarán Actas correspondientes a Congresos anteriores con el propósito de contribuir a la circulación de esos documentos.
             La cantidad y la calidad de datos que registre el sitio dependerán de los aportes que los socios estén dispuestos a compartir. En principio no se establece un referato que decida sobre la inclusión, de modo que se deposita en la autorregulación la responsabilidad de la pertinencia, actualidad y adecuación de lo que se decida enviar para su incorporación.
            Las sugerencias, correcciones y/o mejoramientos serán bien recibidos y, si resultan viables, con mucho gusto incluidos.
           
 Dra. Ana Camblong

Temporalidades. El tiempo de los objetos, de los relatos, de las representaciones, de los imaginarios
II Congreso Internacional y VII Nacional de la Asociación Argentina de Semiótica.
    Encuentro realizado en homenaje a Nicolás Rosa y llevado a cabo en Rosario, entre los días 7 y 10 de noviembre de 2007.
    Las Actas se pueden consultar en 


Cartografías de investigaciones semióticas
VIII Congreso Nacional y III Internacional de la Asociación Argentina de Semiótica
    Encuentro realizado en Posadas, Misiones, entre los días 6 y 8 de octubre de 2010.


Chandler y los correctores / 3


Pasando a las erratas, creo que la jerga que yo escribo es un tanto ardua para los correctores de pruebas ingleses y que algunas cosas mías son deliberadamente cambiadas por algún tipógrafo o corrector de pruebas del impresor, convencidos de que yo he cometido un error. Por ejemplo, en la página 11, octavo renglón, aparece la palabra wag (bromista), que en el contexto no tiene ningún sentido. La palabra que correspondía era vag, forma abreviada de vagrant (vagabundo); en este estado, como en muchos otros, un vagrant o persona sin medios visibles de sustento o sin domicilio fijo puede ser aprehendida y recibir treinta días de cárcel. Pero resulta claro que el que lo cambió (a menos que el error estuviera en mi manuscrito) no sabía lo que era vag y lo cambió por wag.

(Raymond Chandler, carta del 1/9/1956 a Roger Machell,
 op. cit., pp. 198-199)



jueves, 19 de abril de 2012

Unamuno y su corrector


Unas palabras —más de cuatro—, mi estimado y paciente colaborador, sobre su función respecto a mis artículos. En los que, ya impresos, suelen aparecer erratas que si son leves, como una de hoy en que aparece resuelve donde escribí revuelve, otras obedecen, me figuro, a no tener a la vista, al corregir las capillas, mis originales y observar ciertas peculiaridades, algunas heterográficas, de este mi dialecto personal que el otro día me dijo Menéndez Pidal que es un super-castellano. Así, un día cuando yo escribí engeño, añadiendo que es voz desaparecida, me pusieron ingenio, que es la actual; otra vez pusieron desesperado donde yo decía desperado; en mi artículo sobre el mozo de la pedrada se me corrigió el melencónico —que es la forma corriente en el campo salmantino— por el oficial melancólico. Y etc.
Le ruego, pues, que tenga a la vista mis originales, ya que es naturalísimo e inevitable que el tipógrafo se deje llevar de lo corriente y lea lo que está habituado a leer. Y no pretendo que se me respeten ciertas peculiaridades heterográficas como escojer, cojer, recojer, lijero, etc. (como acentúo telégrama, y así lo pronuncio).
Y a este caso, le contaré lo que una vez me ocurrió al enviarme segundas pruebas de un libro. En el que yo suprimía ¡claro está! todas esas letras absurdas como las p, b y s de septiembre, obscuro, inconsciencia, suscriptor, etc. Había tachado una p de septiembre, y en segundas pruebas me la vuelven a colar con un marginal “¡ojo!”. Volví a tacharla, y el “¡ojo!”, y en vez de éste, puse: “¡oído!”
Y basta de tiquismiquis gramaticaleros. Procuro escribir con estas patitas de mosca lo más claro posible —aborrezco la mecanografía tanto como la telefonía— y espero que me tolerarán mis dialectismos individuales y hasta mis peculiaridades heterográficas.

(citado por José Martínez de Sousa, Diccionario de tipografía y del libro,
Madrid, Paraninfo, 1992)





miércoles, 18 de abril de 2012

Apagón de e-books

(Un nuevo fenómeno en la industria editorial.
Me recuerda lo que decía Paul Virilio respecto de los medios de transporte: cada uno genera su propio tipo de accidente.)


Apagão de e-books na Cultura
PublishNews - 17/04/2012 - Por Roberta Campassi


A Livraria Cultura enfrenta um “apagão” de e-books desde quarta-feira passada, 11, devido a um problema em um servidor da empresa onde ficam hospedados os títulos digitais das editoras brasileiras. Segundo o site Revolução eBook, que noticiou o problema, a falta de backup teria feito com que inúmeros títulos fossem perdidos e não pudessem ser restaurados, de forma que vários e-books ficaram indisponíveis para venda nos últimos dias. Apenas os títulos fornecidos pela DLD (agregadora das editoras Sextante, Objetiva, Planeta, Record, L&PM e Rocco) e os e-books da editora Leya, que também tem distribuição própria, não teriam sido afetados. Procurada pelo PublishNews, a Cultura informou que de fato teve problemas com seu servidor e que estes “estarão resolvidos nos próximos dias”, mas não deu detalhes, nem confirmou ou negou as informações veiculadas.


Stephen King y los correctores



Sin darse cuenta de lo que hacía, Paul reacomodó el rostro en una expresión de sincera concentración, que era la que siempre usaba para escuchar a los correctores. Él la llamaba su expresión “¿Qué-puedo-hacer-por-usted-señora?” Esto se debía a que la mayoría de los correctores eran como mujeres que entran en una estación de servicio y le dicen al mecánico que arregle la cosa que está haciendo un ruido bajo el capot o golpeteando adentro del tablero, y que por favor lo tenga listo una hora antes. Una mirada de sincera concentración convenía porque los incensaba, y cuando los correctores se sienten importantes a veces pueden ceder en alguna de sus imbéciles ideas.

(Stephen King, Misery. El riesgo de la fama, trad. de César Aira,
Buenos Aires, Emecé, 1988, p. 115.) 






martes, 17 de abril de 2012

Highsmith y las erratas


La probabilidad de que se produjesen erratas, aun a pesar de una rigurosa corrección de pruebas, iba a ser el tema de un ensayo que Vic pensaba escribir alguna vez. Había algo diabólico e insuperable en las erratas de imprenta, como si formasen parte del mal natural que impregnaba la existencia del hombre, como si tuviesen vida propia y estuviesen decididas a manifestarse como fuese, con la misma inexorabilidad con que las malas yerbas crecen en los más cuidados jardines.

(Patricia Highsmith, Mar de fondo, trad. de Marta Sánchez Martín,
Barcelona, Bruguera, 1986.)


lunes, 16 de abril de 2012

Chandler y los correctores / 2


Quisiera mencionar un error en este artículo, porque es ese tipo de cosas que nunca puedo entender. Está en el noveno renglón contando desde abajo y dice: “Y no examinemos los resultados artísticos de manera demasiado crítica” (And not examine the artistic result too critically). Lo que yo había escrito era: “Y no examinemos de manera demasiado crítica los resultados artísticos” (And not too critically examine the artistic result). Es obvio que alguien, sin más razón que creer que estaba mejorando el estilo, cambió el orden de las palabras. Confieso que estoy completamente pasmado por la actitud literaria que esto expresa: la suposición, por parte de algún empleadito de la editorial, de que él puede escribir mejor que la persona que envía el material, que tiene un mayor conocimiento sobre la frase, cadencia y ubicación de palabras y que piense realmente que una oración con una sílaba fuertemente acentuada al final —y que precisamente por eso fue puesta allí— puede ser mejorada alterando el orden, de modo que la oración concluya con un cierre adverbial débil.

(Raymond Chandler, carta del 12/12/1945 a Charles W. Morton. En op. cit., pp. 140-141.)


Ver también Chandler y los correctores.


domingo, 15 de abril de 2012

Chandler y los correctores


Le trasmitiría por favor mis felicitaciones al purista que le lee las pruebas y le diría a él o a ella que yo escribo en una suerte de jerga decrépita, que se parece a veces a la manera en que habla un mozo de café suizo, y que cuando divido un infinitivo, Dios lo maldiga, lo divido para que quede dividido, y que cuando interrumpo la aterciopelada suavidad de mi más o menos cultivada sintaxis con unas repentinas palabras en el vernáculo de taberna, esto lo hago con los ojos bien abiertos y la mente relajada, pero atenta. El método puede no ser perfecto, pero es todo lo que tengo. Creo que su corrector de pruebas está tratando, bondadosamente, de hacerme parar sobre mis piernas, pero, agradeciéndole como le agradezco su solicitud, soy realmente capaz de mantener un curso bastante despejado, con tal que tenga las veredas así también como la calle en el medio.

(Raymond Chandler, carta del 18/1/1948 a Edward Weeks, editor de The Atlantic Monthly. En Cartas y escritos inéditos, trad. de Margarita
Bacchella, Buenos Aires, De la Flor, 1976, pp. 84-85.)



Ver también Chandler y los correctores / 2.


Original inglés:

By the way, would you convey my compliments to the purist who reads your proofs and tell him or her that I write in a sort of broken-down patois which is something like the way a Swiss waiter talks, and that when I split an infinitive, God damn it, I split it so it will stay split, and when I interrupt the velvety smoothness of my more or less literate syntax with a few sudden words of barroom vernacular, this is done with the eyes wide open and the mind relaxed but attentive. The method may not be perfect, but it is all I have. I think your proofreader is kindly attempting to steady me on my feet, but much as I appreciate the solicitude, I am really able to steer a fairly clear course, provided I get both sidewalks and the street between. 


Fuente: http://www.lettersofnote.com/2012/04/god-damn-it-i-split-it-so-it-will-stay.html#.T5F2-WeAeKs.twitter


sábado, 14 de abril de 2012

Chitarroni

Luis Chitarroni: Editor del año


Chitarroni recibirá el Premio al Editor del año, otorgado por la Fundación El Libro en reconocimiento a su trabajo y compromiso con el mundo de los libros
La entrega de esta distinción se realizará el miércoles 18 de abril, al cierre de las Jornadas Profesionales de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en la Sala José Hernández (Pabellón Frers).
Durante esta ocasión también serán reconocidos Matías Scarabotti, con el Premio “Elvio Vitali” al Librero del año; Mariana Accame, con el Premio “Tito Lafalce” al Viajante del año, y Walter Zúñiga Zavala, con el Premio Amigo al Visitante Extranjero.
Luis Chitarroni, (Buenos Aires, 1958). Escritor, crítico y editor. Colaboró en diversos medios de la Argentina y el extranjero. Es autor de las novelas El carapálida y Peripecias del no, de la colección de ensayos Mil tazas de té y de la antología Siluetas.
Se formó como editor en la mítica Editorial Sudamericana, junto a Enrique Pezzoni, y trabajó allí por más de 20 años. Actualmente tiene a su cargo el catálogo de La Bestia Equilátera


 

viernes, 13 de abril de 2012

Nuevo Nook

Um e-reader que brilha no escuro 

PublishNews - 13/04/2012 - 


Por Roberta Campassi


A rede livreira americana Barnes & Noble anunciou ontem uma nova versão do e-reader Nook, que parece resolver o embate entre o leitor eletrônico tradicional, que tem tecnologia E-ink e permite uma leitura semelhante àquela feita no papel, mas não pode ser lido no escuro, e o tablet, que, por emitir luz, pode ser lido perfeitamente no escuro, mas não ao sol. O Nook Simple Touch com GlowLight foi lançado como o primeiro e-reader que “acende” a tela e que pode ser lido em qualquer ambiente. É também touchscreen e custa US$ 139 nos Estados Unidos. 
O Nook é o principal concorrente do Kindle, da Amazon, que domina o mercado de e-readers. A graça da campanha do novo produto da B&N fica por conta de uma pesquisa que a empresa fez com 1.358 adultos americanos: dois terços deles leem na cama, e metade leria mais se não atrapalhasse o sono de quem está do lado com uma luz acesa no quarto. Aliás, 42% das pessoas ouvidas disseram que já dormiram incomodadas com a luz de leitura do parceiro. Com o novo Nook, a empresa espera resolver o "problema número um que os casais têm na cama".

jueves, 12 de abril de 2012

Derechos de autor

De estos libros nuestros,la editorial no nos paga derechos de autor desde hace dos años. No es mucho dinero, pero corresponde por ley y por contrato (cada 6 meses se debe hacer una liquidación aunque no haya ventas; en estos casos, sabemos que las hay). 
Por desgracia (?), accionar judicialmente es bastante difícil. 
Por otro lado, los "derechos" siguen siendo de la editorial, ya que los contratos no tienen término, y los jueces aceptan eso (en España, por ejemplo, ya no es así). 
Es decir que no podemos reeditarlos en otra editorial, o por nuestra cuenta.  

...

Primera edición, 1998
Segunda edición, de bolsillo, 2001.



Segunda edición, 2008.
Primera edición, 1997.








Así que ya saben: si compran estos libros, el 10% del precio de tapa no va a los autores. Cómprenlos igual: son buenos.   





miércoles, 11 de abril de 2012

Ley de propiedad intelectual (Argentina)


LEY 11.723 - REGIMEN LEGAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL




El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina, Reunidos en Congreso, etc., sancionan con fuerza de

Ley:


Artículo 1°. — A los efectos de la presente Ley, las obras científicas, literarias y artísticas comprenden los escritos de toda naturaleza y extensión, entre ellos los programas de computación fuente y objeto; las compilaciones de datos o de otros materiales; las obras dramáticas, composiciones musicales, dramático-musicales; las cinematográficas, coreográficas y pantomímicas; las obras de dibujo, pintura, escultura, arquitectura; modelos y obras de arte o ciencia aplicadas al comercio o a la industria; los impresos, planos y mapas; los plásticos, fotografías, grabados y fonogramas, en fin, toda producción científica, literaria, artística o didáctica sea cual fuere el procedimiento de reproducción.
La protección del derecho de autor abarcará la expresión de ideas, procedimientos, métodos de operación y conceptos matemáticos pero no esas ideas, procedimientos, métodos y conceptos en sí.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 25.036 B.O. 11/11/1998)

Art. 2°. — El derecho de propiedad de una obra científica, literaria o artística, comprende para su autor la facultad de disponer de ella, de publicarla, de ejecutarla, de representarla, y exponerla en público, de enajenarla, de traducirla, de adaptarla o de autorizar su traducción y de reproducirla en cualquier forma.

(Nota Infoleg: Por arts. 1° y 2° del Decreto N° 8.478/1965 B.O. 8/10/1965 se obliga a exhibir la autorización escrita de los autores en la ejecución de música nacional o extranjera en público.)

Art. 3°. — Al editor de una obra anónima o seudónima corresponderán con relación a ella los derechos y las obligaciones del autor, quien podrá recabarlos para sí justificando su personalidad. Los autores que empleen seudónimos podrán registrarlos adquiriendo la propiedad de los mismos.

Art. 4°. — Son titulares del derecho de propiedad intelectual:
a) El autor de la obra;
b) Sus herederos o derechohabientes;
c) Los que con permiso del autor la traducen, refunden, adaptan, modifican o transportan sobre la nueva obra intelectual resultante.
d) Las personas físicas o jurídicas cuyos dependientes contratados para elaborar un programa de computación hubiesen producido un programa de computación en el desempeño de sus funciones laborales, salvo estipulación en contrario. (Inciso d) incorporado por art. 2° de la Ley N° 25.036 B.O. 11/11/1998).



martes, 10 de abril de 2012

Tools of Change Latin America 2012 / 2


Tools of Change Latin America 2012



TOC LATIN AMERICA

  • Date: Friday, 20 April 2012
  • Time: 9:00 a.m. to 6:00 p.m.
  • Location: Feria del Libro de Buenos Aires, Argentina, La Rural, Predio Ferial de Buenos Aires


New speakers and program sessions announced!

Tools of Change for Publishing (TOC) is celebrating its premiere in Latin America. Together with O’Reilly Media and the Feria del Libro de Buenos Aires, the Frankfurt Book Fair is bringing the most important conference on publishing innovation to Buenos Aires, Argentina, for the very first time.

Date: Friday, 20 April 2012
Time: 9:00 a.m. to 6:00 p.m.
Location: Feria del Libro de Buenos Aires, Argentina, La Rural, Predio Ferial de Buenos Aires
New developments in digital publishing in Latin America are vastly changing the way books are distributed, marketed and consumed in this part of the world. The Internet is fast becoming the source of much of the region’s literary vitality and creativity.
TOC Latin America will focus on standards, global digital publishing trends, case studies of innovative publishers in Latin America, consumer habits, and much more. It will introduce you to the local and international entrepreneurs who are laying the seeds of digital development in the heart of Cono Sur.
Register for TOC Latin America by 23 March 2012 to take advantage of our early bird rate of US$349 (regular price: US$499). Free wi-fi, a light breakfast, lunch, and two networking coffee breaks are included in the fee.

Who should attend?
  • Publishers
  • Editors
  • CEOs, CIOs, CFOs, etc.
  • Marketing and Sales Professionals
  • Digital content managers
  • Authors and agents
  • Librarians
  • Publishing industry innovators
  • IT and Technical Managers
  • Consultants
  • Booksellers
  • Publishing industry start-ups, and more